Una historia que comienza a perfilarse como aquella en la cual la ceguera es la protagonista, un espacio indeterminado que se ve afectado por la incapacidad de ver, que inicia afectando a un hombre y termina a gran escala y así toda la historia... "En un país cuyo nombre no será mencionado, se produce algo nunca visto: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir", así da inicio este relato con matices similares a la otra historia mencionada, no hay nombres propios solo oficios o profesiones.
Un país en el cual no muere nadie hasta transcurrido unos meses y cuando las sospechas de la similitud de relatos se ve inminente, comienza lo que a modo personal fue una serie de absurdos de lo más interesante, primero la muerte regresa, luego a través de una serie de explicaciones institucionales la historia va desviándose para tener como protagonista a la muerte con todo y su guadaña, con todo y las reflexiones en torno a ella, con todo y un sistema particular de enviar la noticia de su proximidad a los seres vivos.
Un violonchelista se convierte en aquel que no recibe carta, alguien quien sin saberlo burla la muerte entre ensayos y la interpretación solitaria de la suite número seis opus mil doce en re mayor de Bach. La muerte después de pocos intentos de hacerle llegar la carta elabora un plan que termina en el absurdo más interesante de todos.
"Desgraciadamente, cuando se avanza a tientas por los pantanosos terrenos de la realpolitik, cuando el pragmatismo toma la batuta y dirige el concierto sin atender lo que está escrito en la pauta, lo más seguro es que la lógica imperativa de la villanería acabe demostrando, a la postre, que todavía quedaban unos cuantos escalones que bajar."
"Con las palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas."
"El país se encontraba agitado como nunca, el poder confuso, la autoridad diluida, los valores en acelerado proceso de inversión, la pérdida del sentido de respeto cívico se extiende por todos los sectores de la sociedad, probablemente ni Dios sabe adonde nos lleva."
"señora, lamento comunicar que su vida terminará en el plazo irrevocable e improrrogable de una semana, le deseo que aproveche lo mejor que pueda el tiempo que le queda, su atenta servidora, muerte"
"... morir es, a fin de cuentas, lo que de más normal y corriente hay en la vida, asunto de pura rutina, episodio de la interminable herencia de padres a hijos, por lo menos desde adán y eva, y muy mal harían los gobiernos de todo el mundo para con la precaria tranquilidad pública si declararan tres días de luto nacional cada vez que muere un mísero viejo en el asilo de indigentes."
"... si tal es posible, el número de individuos existentes en cada una, y díganme si no se encontrarían más bichitos de ésos en la tierra que estrellas tiene el cielo, o el espacio sideral, si preferimos darle un nombre poético a la convulsa realidad del universo en el que somos un hilo de mierda a punto de disolverse."
acherontia atropos
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