Estigma social, “un atributo profundamente desacreditador dentro
de una interacción social particular donde el individuo que lo porta queda
reducido, para otros participantes de la interacción, de una persona completa y
normal a una cuestionada y de disminuido valor social”
Erving
Goffman
Los estereotipos, “afectan tanto la manera en que los seres humanos
piensan y sienten sobre otras personas, como su forma de actuar y reaccionar
frente a ellas, pueden llegar a convertirse en descripciones equívocas, incompletas
y excesivamente rígidas de determinados grupos sociales y, por ende, de sus
miembros particulares.”
Marija
Mirić
Un
contraste entre dos tipos de discursos; por un lado, uno metafóricamente rico y
cargado de literatura urbana, por otro lado el discurso de quienes hablan sin
buscar la palabra adecuada, de quienes hablan desde sus vivencias en la calle y
desde su corazón, de manera visceral y sin tapujos. En medio de este contraste
se desenvuelve el libro de Arturo Álape: “Ciudad Bolívar, la hoguera de las
ilusiones”. Una serie de historias de jóvenes que fueron testigos y participes
de la construcción de la localidad 19 de Bogotá, testigos y participes… y cabe
resaltar que víctimas de las relaciones sociales del momento, de la histórica
violencia del país, de las necesidades impuestas en un país que se desarrolla
en medio de las injusticias sociales.
Relatos
que desnudan las realidades de los barrios que en las décadas de los ochenta y
noventa se construían en la sombra de la invasión, una sombra en la cual se
desarrollaba la vida de muchos jóvenes quienes padecían las necesidades del
momento (y de la actualidad), jóvenes que eran testigos de la corrupción por
parte de la policía quienes cobraban un “peaje” para que los nuevos habitantes
pudieran subir los materiales de construcción, jóvenes que en búsqueda de una
identidad y de una vida social encontraban: unos el vicio y el robo, otros el
arte y la actividad comunitaria; pero todos sufriendo de la persecución de
grupos de limpieza, la policía y del resto de la ciudadanía.
Desde
la formación de La otra ciudad con
relatos de sus primeros habitantes, pasando por Gotas de agua para la sed describiendo el trabajo comunitario de la
localidad, hasta llegar a La esquina de
los sueños lugar del barrio donde se desenvuelve la vida de los jóvenes;
los diferentes discursos presentan las dificultades, oportunidades, malas y
buenas experiencias que permiten en el lector conocer y comprender las
realidades sociales de esos primeros habitantes.
El
libro describe la Ciudad Bolívar de hace veinte años, sus escenarios y
personajes son los de hace dos décadas, víctimas de estereotipos y del estigma
social que generaron una construcción colectiva acerca de sus habitantes y que
ha sido prolongada debido a series de televisión, titulares de prensa y
noticieros; el cambio de la localidad es notable teniendo en cuenta los
escenarios descritos en el libro y los escenarios de la actualidad, lo
interesante del libro es que puede ser una lectura comparativa con las
vivencias de los lectores y que viven o han vivido en la localidad.
"Sus
respuestas son toda una reflexión que revela la otra ciudad que es Ciudad
Bolívar. Una brutal realidad que por lo general se ha distorsionado a través de
un discurso que todo lo criminaliza: actitudes, gestos, indumentaria,
cotidianeidad, formas de ser, expresiones coloquiales, paisajes humanos
interiores, maneras de caminar y de sentarse, peinados, en fin, un discurso en
que todo se vuelve altamente sospechoso"
La esquina como libertad:
Versus
La esquina como espacio peligroso:
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