El
problema de las presentes elecciones presidenciales no radica en el espionaje,
la falta de debates del total de los candidatos, la mermelada, etc.; la solución
tampoco está en el voto en blanco o en elegir los que nominalmente son de la derecha,
del centro o de la izquierda; el verdadero problema de la democracia en Colombia
es de cuestión histórica, económica y cultural.
Nuestra
“democracia” representativa desde el inicio y en el fondo de su ser se
encuentra permeada por intereses familiares y económicos, el regionalismo lograría
elegir un títere y el estado de opinión y los medios de comunicación permitirían
la reelección, se puede dar el caso de hace cuatro años donde un candidato es
inflado mediáticamente para crear un espacio de lucha democrática de segunda
vuelta y en el cual ya se sabe de antemano el ganador.
La
contaminación ideológica se presenta en los diferentes noticieros, cada uno
impone a su modo, lo que Orwell llamaría, “un minuto de odio” en contra de cada
candidato, esto sumado al amarillismo y explotación banal de lo que va pasando
en el país pasan a ser cortinas de humo… Sin contar con lo que se puede
esconder tras el mundial.
No
creo que las grandes multinacionales permitan que sus negocios de explotación de
nuestros recursos naturales, se vean en peligro con la elección de un candidato
que vaya en contra de sus intereses, al igual que los grandes medios de comunicación
y las familias con poder económico; mucho menos que en un país donde la violencia
es un negocio que beneficia a unos pocos y que esos pocos que son los que
manejan los hilos de Colombia permitan la anhelada paz.
El
cambio no lo podemos esperar con un mesías político, una persona que es
candidato de maquinarias, la solución es un proceso de larga duración con
cambios en beneficio del pueblo y de acuerdo al Estado Social de Derecho escrito
en la constitución y que se convirtió en otro “saludo a la bandera”.
Mientras
sigamos con esos negocios turbios ligados a la salud, mientras sigamos con la privatización
masiva de los medios de comunicación, mientras continúen los TLC que acaban
nuestra industria, agricultura y ganadería, mientras la educación no permita el
desarrollo critico de las personas, mientras la profesión docente continúe tan desprestigiada,
mientras un libro sea más costoso que una canasta de cerveza, mientras el
trabajo siga siendo mal pago, mientras sigamos siendo observadores más que participes
de los cambios… Esto va a seguir así, no esperemos una solución por parte de un
candidato…
@AndresTor
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