“Te identifico no con una niña, sino con una ninfa pequeña de la región de la Arcadia que ha huido de la persecución de Febo y de su malicia secándole la fuente. Tu cuerpo cimbrea como una rama de olivo, tu piel es cálida como el agua en el estío; el iris se enreda a tus piernas y tienes la flor de loto como Afrodita una breva abierta… ¿En qué bosque propiedad de los inmortales se acostó tu madre antes de darte a luz y qué divinidad yació con ella cuyo fruto fuiste tú?” (pág. 79) “Cuando tenía la edad conveniente entraba en el Didaskalion, gigantesco monumento-escuela emplazado detrás del templo, donde las jóvenes aprendían en siete clases los secretos de las artes eróticas: la mirada, el abrazo, los movimientos del cuerpo, las caricias mas complicadas y las técnicas secretas de la mordedura, del glotismo y del beso” (Pág. 98) “No valen más filósofos, poetas o retóricos, ni cuantos a él se afilian, y por extraordinarios que sean en su arte, en el amor son unos necios” (Pág. 134) ...
"La lectura viene guiada, dirigida, fecundada por la escritura: cuanto más escribo, más sé lo que voy buscando, mejor comprendo el significado y la relevancia de lo que hallo." E.H. Carr